18 Jul Raquel G. Ibañez
Festival ROTA – Período de residencia: Junio 2024
Declaración del artista
Su práctica tiene como base una importante labor de investigación artística y la experimentación con diferentes formatos y formas de hacer que establecen lenguajes propios para cada proyecto, entre los que se encuentran la performance, la instalación, el sonido, el dibujo y la edición expandida. Por ello, tanto su producción como artista como su trabajo curatorial no se disuelven, sino dialogan bajo un mismo espacio de in- quietudes e intereses. Su línea de trabajo está vinculada al estudio de los umbrales y/o espacios liminares –genealogías, simbologías y ficciones que se desgajan de las dichas vivencias limítrofes– abordando el sonido desde la hipertextualidad y la confrontación entre las experiencias acus- máticas y la imagen visual.
Bio
Raquel G. Ibañez (1989, Madrid)
Licenciada en Bellas Artes por la UCM. Artista y curadora. Ha obtenido distintas becas y premios como las Ayudas Injuve Creación Joven 2017 y 2020, Ayudas a la Creación de la Comunidad de Madrid 2019, Getxoarte escénicas 2019, Inéditos 2020, Circuitos Artes Plásticas 2021, Premi Miquel Casablancas 2021, Artistas en Residencia LCE / MACBA 2021 y Ayuda a la creación y movilidad 2022/2023 del Ayuntamiento de Madrid. Desde 2022, desarrolla un proyecto de investigación artística en colaboración con la Biblioteca BB.AA UCM de Madrid, Tsonami Arte Sonoro y la Fun- dación Cerezales Antonio y Cinia.
Ha mostrado su trabajo en diversas instituciones y espacios como CA2M, MNCARS, Azkuna Zentroa, Matadero Madrid, La Casa Encendida, MA- CBA, TEA Tenerife Espacio de las Artes, CentroCentro, Hangar, hablare- narte, MIAC Lanzarote, Storm and Drunk, Centro Párraga, Supermarket Art Fair Stockholm, CCEspaña o Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM), entre otros. Ha participado en festivales de prácticas sonoras y música experimental como Recreo o Soundtiago.
Miembro de diferentes colectivos artísticos como El Banquete o la plata- forma de música electrónica Possible Others. Actualmente es integrante de Una fiesta Salvaje, colectivo de investigación sobre escritura perfor- mativa residente en CRA Matadero Madrid y, desde 2020, es colabora- dora de la AMEE, Asociación de Música Electroacústica de España.
Como curadora, ha comisariado exposiciones en TEA Tenerife Espacio de las Artes, Storm and Drunk, Sala Amadis de Injuve, MIAC Lanzarote y La Casa Encendida, esta última como ganadora de Inéditos 2020. También ha sido curadora de las tres ediciones de Nodo Invisible, un festival de música experimental realizado para Intermediae Matadero Madrid y el Seminario Epífita. Polinizar (con)tacto para el MNCARS.
Cuenta con textos en publicaciones de la Fundación Pedro Cabrera, Edi- ciones Asimétricas, Fundación Montemadrid, Tabacalera Promoción del Arte y la galería Sabrina Amrani, entre otros. En 2023 publicó el libro Granate, editado por Solar Acción Cultural.
Tiene experiencia en el ámbito de la mediación, gestión y producción cultural, trabajando para asociaciones como DIMAD y Espacio Cruce; instituciones públicas como Injuve, UCM o la Comunidad de Madrid y empresas como Pista34. De 2016 a 2020 he sido parte del equipo de coordinación técnica y montajes expositivos en la Central de Diseño de Matadero Madrid.
El proyecto en Blanca
El proyecto para la residencia en AADK consiste en la ampliación de la investigación a Registro de Vientos Menores en Blanca, especialmente en la zona de Sierra de la Navela y el Alto del Solvente; aunque todo espacio cuenta con un interés singular, en tanto en cuando que el viento no percute igual en ningún lugar. La metodología de la estancia se basará en las caminatas y paseos sonoros, la escucha en relación del territorio y sus habitantes y la captura del viento mediante resonadores y grabaciones de campo. Esta investigación se ha desplegado en otras localizaciones anteriormente: desde Madrid,
Oviedo, León, Santiago de Chile, Valparaíso o Punta Arenas. En todas, ha habido una fuerte importancia del estudio de órgano de tubos: no obstante, en este caso quisiera ahondar en la práctica inserta en el paisaje rural que lo circunda. Las calidades del viento, sus sonoridades, su relación con las materialidades terrestres y la vinculación o somatización sobre los cuerpos que nos insertamos en el entorno como auditores.
Entiendo las residencias de investigación como espacios porosos y abiertos a cambios, sobre todo, si se tratan de procesos y trabajos en y para el territorio en el que suceden. Por eso, la formalización o apertura de proceso en el caso de esta residencia contaría, más bien, con unos deseos e intencionalidades, más que un plan 100% definido. A modo de enumeración tentativa, la apertura de proceso y clausura de etapa de residencia se centraría en la instalación de una pieza de audio editada con parte de los registros del viento realizados durante la residencia y una performance final a modo de concierto de unos 45 min de duración. Ambas propuestas no tienen por qué suceder, necesariamente, en las instalaciones del centro AADK, sino que pueden acontecer en los lugares que sean más enriquecedores para la comunidad.
Toda mi práctica se centra en los espacios de lo inefable; trabajándolo –curiosamente– desde el cruce entre el sonido, la palabra y la imagen. La escritura siempre está presente como un sistema que ordena, pero que también se desplaza en el caos al que te arroja la investigación. Asumo la escritura como un sistema de dibujo, y este como un método de pensamiento. Registro de Vientos Menores, cuenta con una base escritural muy fuerte –aún– privada. Durante la residencia en Blanca es posible que esta escritura continúe, siendo una buena oportunidad para revisitar su orden y para buscar algún método de publicación formal o informal en colaboración con el equipo curatorial de AADK.
