Ami Kohara

Ami Kohara

Programa de residencias : Mayo 2022 – Junio 2022

Programa de cruce : Julio 2022

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mayo 2022

“La línea curatorial de la residencia “cuerpo, territorio y espacialidad” es muy relevante para el proyecto. Durante los últimos años, he estado trabajando en escuchar el sonido de diferentes ciudades.
Un lugar encierra el sonido de todos los que viven en él. Por vivir me refiero al sonido del ahora, de la naturaleza, de la cultura, del pasado, del futuro y de todas las vidas. A mi modo de ver, el sonido de un lugar se compone de muchas capas que comprenden múltiples perspectivas. En la vida cotidiana, a veces noto lo que llamo tensiones entre diferentes perspectivas y su realidad subyacente: sus niveles superior e inferior y sus puntos de encuentro efímeros que constituyen y reproducen el sonido cambiante del lugar. A través de mi práctica artística, trato de dar forma a las tensiones permaneciendo dentro del sonido que recojo mientras creo una especie de cambio en la percepción donde la estructura se pone más en segundo plano.”

En su primer mes, Ami está reflexionando sobre el trabajo en el campo, dispuesta a comprender lo que esta labor produce en el cuerpo y en la mente. La percepción del tiempo suspendido entre el ritmo de la fábrica y las condiciones que la naturaleza ofrece e impone, y la conexión entre el cuidado de la tierra y el mercado global. Su abordaje quiere ser empírico, experimentando el desempeño cotidiano de los trabajadores, aún como turista en una forma de vida ajena

Ami también recoge y colecciona rastros de su experiencia en Blanca mediada por la interpretación quebrada de quien no dispone de la lengua local para entender y comunicarse.

Con el apoyo del Comité de Subvenciones Artísticas de Suecia.

junio 2022

Durante el mes de Junio, Ami ha recorrido ramblas y campos del entorno de Blanca que le han llevado a hacerse varias preguntas:
Por una parte observó cuan cambiante y efímera es la materia que nos rodea. Un campo lleno de limones se encuentra vacío en su siguiente caminata. Los árboles ya no tienen fruta y tampoco están allí los cuerpos que la recogían. Las ramblas tienen agua un día y al siguiente son un lecho seco. Los acueductos indican que ha habido agua, pero ya no la hay. Su propio cuerpo, al caminar, también va desapareciendo del lugar en el que dió el paso anterior.
La desaparición es inmanente a la existencia de todo, lo vivo y lo inerte.
Ami trae esta sensación al espacio expositivo a través de agua que cae por la roca, generando un riachuelo que desaparece y se evapora frente a nuestros ojos.

Por otra parte, la artista siente la necesidad de entender el ritmo de los trabajos del campo, no solo observandolos y retratándolos sino viviéndolo en sus cuerpo. Recolecta limones mientras el sol dejad tregua. Las cajas se llenan y los cuerpos huyen de las horas punta del sol, para encontrarse de nuevo en otro campo en el siguiente amanecer.

En paralelo, Ami toma conciencia de su dificultad para entender en profundidad lo que observa. Reflexiona sobre cómo la distancia cultural le lleva a asumir ideas preconcebidas sobre el ritmo de este lugar, cuya lengua no conoce. Por ello, se acerca a los habitantes de Blanca e intenta comunicarse a través de preguntas simples, mediadas por el lenguaje —a menudo absurdo— del traductor de Google, que evidencia la distancia entre su mundo y el lugar que ahora habita.
Todas estas observaciones han servido como un espejo que la interpela sobre su su mirada capitalizante y normalizada. Con estas reflexiones en mente, el cuestionario sobre la siesta le ha funcionado para entablar comunicación con la gente del pueblo, como una estrategia para escuchar atentamente la melodía local.

Con el apoyo del Comité de Subvenciones Artísticas de Suecia.

Julio 2022
Ami ha pasado tres meses en Blanca tratando de entender y aportar algo a este entorno.

Tras los trabajos presentados en los últimos meses, Ami tuvo que irse sin haber terminado la edición de un video que retrata las poéticas y problemáticas que encontró durante su investigación.
Entre muchas otras reflexiones, y más allá de su concreción artística, Ami se va con una nueva perspectiva sobre qué tipo de vidas queremos y podemos vivir.

Su experiencia en Blanca, le hizo también cuestionarse su relación con sus raíces y cómo el arte puede activar la cohesión social en su propio entorno.

Ami regresará a Blanca para presentar su video finalizado, pero por ahora nos deja algunas imágenes domésticas de su último encuentro con los lugareños.
Cocinar paparajotes sirvió en este caso como una herramienta de mediación para compartir tiempo e intercambiar conocimientos.

Aprender los unos de los otros y la conexión humana entre personas muy diversas ha sido, por encima de todo, el principal interés de Ami.

Con el apoyo del Comité de Subvenciones Artísticas de Suecia.