13 Feb Sarah Rose Guitian
Periodo de residencia: Marzo-Abril-Mayo 2019
Marzo 2019
A través de la lente de su cámara, Sarah captura detalles efímeros de la vida cotidiana, objetos inadvertidos o pequeños gestos inconscientes que son tan inherentes a nuestra realidad cotidiana que apenas los percibimos.
Sus fotografías recogen pequeños acontecimiento que nos hablan del paso del tiempo a la vez que fijan en nuestra memoria observaciones que podrían pasar sin dejar rastro.
Estos detalles, percibidos como esculturas por la artista, arrojan luz no solo sobre el flujo irreversible del tiempo sino también sobre su ritmo circular. Al observarlos, uno comienza a notar algunos patrones, rutinas y hábitos, que se repiten a lo largo del tiempo –los uniformes escolare tendidos en los balcones los domingos o una flor que abre y cierra sus pétalos en diferentes momentos del día.
La posición de Sarah –observando el entorno de Blanca desde una cierta distancia, sin interacción– deja también espacio para la imaginación y la creación.
No saber el verdadero propósito de un sujeto o un objeto le permite construir sus propias narrativas.
El trabajo de Sarah genera una dialéctica entre lo cotidiano y su sublimación para a continuación buscar dispositivos capaces de reinsertarse en nuestra vida diaria. Un ejemplo claro de ellos es la inserción de sus fotografías en un elemento tan cotidiano como los llaveros, con ellos, nos invita a recuperar el valor de las pequeñas cosas a la vez que hace posible que todos podamos relacionarnos, en nuestra vida diaria, con una obra de arte contemporáneo.
Un viaje de ida y vuelta que dota de absoluta coherencia continente y contenido.
Abril 2019
En el segundo mes de su residencia, el método de Sarah ha cambiado reubicando su posición de la de observadora a un enfoque más relacional. Si bien el mes pasado, el proceso de Sarah consistió en darse cuenta de los pequeños detalles de Blanca desde la distancia, creando sus propias narraciones del flujo irreversible y aparentemente circular, del tiempo, este mes decidió interactuar con algunos de los habitantes locales. Sarah ha recopilado sus historias sobre lugares específicos en los que da cuenta del tiempo ha quedado congelado, los aspectos y las rutinas inmutables de los lugares aislados.
Utilizando este material y sus propias observaciones, ha creado un montaje en el formato de audio que presenta para el estudio abierto de este mes. Esta nube de textos leídos por la artista se contextualizan a través las imágenes que muestra junto al sonido, agregando una capa adicional para la interpretación. La inusual instalación del artista invita a los espectadores a salir de sus cómodos patrones de mirar las cosas y hacer un esfuerzo por descubrir los detalles ocultos.
Mayo 2019
En el estudio abierto de este mes, Sarah presenta una selección retrospectiva del trabajo que ha realizado durante su período de residencia en los últimos tres meses. La instalación, utilizando diferentes elementos, desde fotografías a escritos, proyecciones y objetos, nos invita a pasear y vislumbrar los detalles efímeros de Blanca a través de la mirada íntima de la artista.
Usando la frase «los extraterrestres nos están invadiendo» de un graffiti alrededor de Blanca como metáfora, Sarah reflexiona sobre su posición como artista desde el exterior, descubriendo y extrayendo inspiración de las impresiones de este lugar encantado.
Con su enfoque, Sarah crea un juego de ida y vuelta, una dialéctica entre el arte y lo cotidiano. Sarah eleva objetos sencillos objetos artístico y luego, en algunos casos, los reinserta en nuestra vida cotidiana. El trabajo refleja el paso del tiempo, registrando detalles y acontecimientos momentáneos, congelando los momentos que de otra manera pasarían inadvertidos.
Por su enfoque inusual y delicado de los detalles circundantes, y la forma en que presenta los resultados de su investigación, Sarah nos invita a salir de nuestros cómodos patrones de mirar las cosas y hacer un esfuerzo por descubrir sus aspectos ocultos.