Joong Yong Kim

Joong Yong Kim

Colaboración: Mijin Hyun
Periodo de residencia: Marzo-Abril 2021
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Marzo 2019

Realizado con la ayuda de Mijin Hyun, el trabajo de Joong Yong comienza con su actitud juguetona. Llegó a Blanca con la idea de trabajar con el vino, un elemento importante de la cultura de los eventos artísticos en Europa occidental. Estaba interesado en provocar los paralelismos entre cómo consumimos y valoramos el vino, y cómo consumimos y valoramos el arte. En su primer trabajo, tres vinos con diferentes precios se presentan como manchas en papel, trasladando radicalmente nuestra apreciación de estos a la esfera de la subjetividad. ¿Cuánto hay de conocimiento y cuánto de subjetividad para decidir el valor de algo?
Otro de los trabajos consisten en incorporar cartelas de exposiciones de Berlín, para trasladarlos junto a sus instalaciones de objetos encontrados en el entorno de Blanca. Con este gesto establece nuevas relaciones entre significante y significado, dando forma a nuestra mirada y percepción.
Presentados en el contexto de un evento de estudios abiertos, estos trabajos cuestionan las nociones de valor del arte y de conocimiento/ subjetividad, visibiliza el aparato de legitimación que puede generar un contexto, y proporciona nuevos marcos especulativos de situaciones que cuestionan la idea de objetividad.

Abril 2019

En el segundo mes de su residencia, Joong Yong ha explorado el contexto espacial en el que se produce y presenta la obra de arte. Compró un papel pegajoso de color amarillo, al cual los insectos se adhieren, quedan atrapados y mueren. Este material utilitario de la casa está desfamilizado, presentado en un marco blanco que exige la contemplación de las cualidades estéticas del papel atrapamoscas. En la pieza más grande, un huésped ignorado o difamado de los estudios abiertos es elevado, presentado como una obra de arte, que cambia con el tiempo con el movimiento de la población de insectos en el aire en el espacio. Junto a esta, penden otras hojas de papel para moscas que fueron entregadas a otros residentes de Blanca, quienes las dejaron en sus hogares y luego las llevaron de vuelta al estudio para presentarlas.

Lejos de que Joong Yong haga la imagen, o incluso un artista que definiríamos como tal desde un punto de vista antropocéntrico, son las moscas las que toman la decisión creativa a través de su desafortunada elección de dirección. El contexto nos lleva a encontrar un valor estético en los patrones de los cadáveres, lo que nos pide cuestionar nuestra valoración antropocéntrica. Al insertar una obra de arte en un espacio, se cambia el espacio, se produce un cambio similar de percepción cuando percibimos el mismo espacio que el estudio y el hábitat de las moscas.