Mariana Carvalho

Mariana Carvalho

Período de residencia: septiembre-octubre 2018

A Mariana Carvalho le interesa explorar la sonoridad del mundo, más allá de los instrumentos musicales, y la implicación del cuerpo en componer y producir esa sonoridad. Durante la residencia,  ha ido al encuentro de la musicalidad de los elementos, tanto naturales como artificiales del entorno: árboles huecos,  tendederos de alambre, de barriles y rejas, que pueden hacer las veces de un instrumento de cuerda,  percusión o una caja que amplifica el sonido.

En su primer estudio abierto ha trabajado con hilo de nylon y resinas, haciendo de la estructura del espacio su caja de resonancia, y del tacto y el movimiento sus formas de operar, poniendo  de relieve el papel del cuerpo en la composición.

Una instalación de la que extrae sonidos armónicos y  resonancias, en la que percibimos de forma simultánea dos formas de ser, así como la luz es onda y partículas al mismo tiempo, estos sonidos contienen un  textura  lisa y estriada a la vez.

El interés fundamental que subyace en esta búsqueda va más allá de hacer audible los sonidos que del mundo pueden emerger, es un interés que requiere de un nuevo concepto que ponga de manifiesto  el potencial y la importancia de lo sonoro, algo que podríamos llamar  “audibilizar” en el sentido que utilizamos visibilizar, es decir, tomar conciencia.

Mariana lleva inmersa, desde el 2017,  en su investigación -líneas de fuga- de sonoridades y corporalidades con hilos de nylon  desde la performance y la instalación.

Durante su segundo mes, Marina ha experimentando con la resonancia interna de la caja craneal, mordiendo un hilo de nylon y tocándolo como un instrumento de cuerda, para observar cómo la vibración sonora se propaga a través de los huesos.

Con el uso de micrófonos binaurales orientados hacia el interior del cuerpo, “audibiliza” y comparte su punto de escucha – íntimo, interno y particular – tocando con personas y con elementos que ha ido encontrando en su derivas por el paisaje de Blanca.

Este trabajo lo presenta en formato audiovisual y performático.

Por una parte crea un dispositivo en el que comparte las relaciones persona-objeto-persona, para hacernos conscientes de la propriocepción -sentido que interviene en el desarrollo del esquema corporal y en la relación de éste con el espacio.

Las personas pueden participar de una improvisación sonora con el naylon y la artista, o manejar la mesa de mezclas para percibir las diferencias entre la resonancia de cada uno de los cuerpos que participan.

Por otra parte, dos proyecciones de video con sonido en las que aparecen una serie de improvisaciones con distintas personas capturadas desde el punto de escucha de la artista, y otro video que contiene las intervenciones en el paisaje con el sonido capturado de forma panorámica y de forma subjetiva.

Este trabajo refleja las particularidades de cada cuerpo o elemento a través de la vibración del sonido en él. Un acercamiento poético sobre la diversidad de los cuerpos y la musicalidad del mundo.