Rosa Llinás

Rosa Llinás

Programa de residencias : Junio – Julio 2016

Junio 2016

Rosa Llinás es arquitecta y pintora, y en este momento está creando imágenes de elementos en proceso de deconstrucción.

La organicidad de la montaña y el proceso de degradación de la parte alta del casco histórico en contraste con las líneas rectas de la arquitectura moderna, han llevado a Llinás a descomponer, a través del dibujo, elementos en los que encuentra una belleza formal.

En este mes está realizando pruebas y bocetos para crear piezas pictóricas que acaben siendo insertadas en las ruinas del entorno y observar su proceso de integración a través de un deterioro simultáneo.

Julio 2016
Deconstrucción

Rosa entrelaza la mirada de arquitecto y de pintora.
La instalación de Llinás refleja la evolución de su trabajo en este tiempo y sus distintas aproximaciones. Un viaje de ida y vuelta que se mueve entre la vista de pájaro y la observación de los detalles.
A LLinás le atrajo la relación entre las rocas de la sierra del Solán y la arquitectura en ruina: la integración de la construcción tradicional en el paisaje cuyo envejecimiento genera una mímesis aún mayor, como si de un proceso orgánico se tratara.
Esto evidencia el distanciamiento de la arquitectura moderna con el entorno en el que se inserta
Llinás traslada ese proceso de degradación a la pintura, genera una serie de lienzos en el que retrata un objeto de estructura robusta y orgánica (como la arquitectura del entorno) y lo descompone a lo largo de la serie.
¿Por qué siendo arquitecta le interesa más la descomposición que la construcción? Llinás se relaciona
mejor con la re-creación que favorece la pintura que con la planificación de la arquitectura. Mientras que la primera requiere una escucha, la segunda suele ser una imposición.

Esta idea provoca en LLinás un práctica que consiste en detenerse, en lugar de hacer. Habitar los espacios, observarlos el tiempo que merecen antes de imponer la nueva forma. Tal vez este sea el ejercicio imprescindible para transformar nuestro entorno en cobijo en lugar de parasitarlo.