01 Sep Stephanie Kyek
Programa de residencias: septiembre 2022
Stephanie llega a Blanca con la intención de cartografiar el territorio a través de la experiencia sonora y táctil. Recorre los alrededores y se detiene para tratar de entender, a través de otros sentidos, el lugar que está transitando.
Escucha, explora, siente, escucha de nuevo y finalmente compone su propio mapa a partir de sus registros.
Identificar una serie de sonidos en un territorio, o tratar de definirlo a través de ellos, se presenta como un reto cuyo resultado poco tiene que ver con las cartografías visuales.
Mientras que estas son dispositivos que fijan una interpretación del territorio, funcionan como aparatos de verdad que, de apariencia tan real y detallada, nos hace olvidar la realidad misma, que es, aquello que contiene ese mapa, lo que lo habita, la experiencia.
El mapeo sonoro de Stephanie es, en cambio, efímero e inasible. Su carga de percepción subjetiva lo anula como conjunto de datos falibles o concreción de una realidad. Pero son precisamente estos rasgos los que hacen que nos estemos enfrentando a un dispositivo de poder frente a un método que nos integra en la experiencia propia del territorio absolutamente indefinible por unos trazos, por precisos que estos sean.
