Alba Valladares Ramírez

Período de residencia: diciembre 2019
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¿Cómo se definen arte, vida, naturaleza, sexo, correr? ¿Es correr/se vital? ¿Es la naturaleza arte viviente? ¿Es arte correr sexual? Lo que tienen todos estos conceptos en común es el marco de la experiencia vivida con, por y a través del cuerpo. La piel como interfaz y medio de comunicación permite el diálogo constante que entablo con el paisaje al correr por él. El cuerpo ecoqueer recorre esta acción en la que las relaciones son múltiples y rizomáticas. Paisaje y cuerpo son habitados. Comparten la piel.

La sexualidad es una forma de interpretar mis corridas por las montañas de Blanca, una manera de formalizar el acuerdo de igualdad, reciprocidad, consentimiento, colaboración y cuidado entre cuerpos-carne y cuerpos-montaña. El ecosistema como concepto aquí remite a la alianza matrimonial. Corrida es una invitación a replantearse los términos que conforman el acto deportivo, artístico y sexual, actos institucionalizados. La institución impone formas de relación, normaliza el antidiálogo. 

Sentir la tierra-territorio-perfil con la piel te involucra, entrar en un  trance meditativo… ¿Es esto sexo entre órdenes epidérmicos distintos?